La historia del balompié femenino no inicia de la mejor manera, puesto que su origen se debe a un partido entre mujeres casadas y solteras en Escocia, con el objetivo de buscar esposa, una contienda de cortejo. Años después arriba a Colombia, pero se convierte en un lugar para apuestas, insultos y morbo de la sociedad setentera. 

 

La actualidad no es muy diferente, pues ese pensamiento setentero se transformó en una tónica que marcaría el tempo durante varios años, aunque no importa cuantos insultos, escándalos u obstáculos aparezcan en el camino, ya que el talento de la mujer jamás se verá opacado.